Falcón, sobre el doblaje: “Nadie nos conoce pero nos escuchan todo el tiempo”

Una profesión que muchas veces queda tras un velo de misterio y parece que no son más que voces. De la mano de Luciana Falcón, nos introducimos en un mundo que pocos conocen, pero todos han escuchando alguna vez.

Faclcón y Campanela
Luciana Falcón, junto a Juan José Campanella, en el preestreno de Metegol. Foto: FB Luciana Falcón.

Es un arte que usualmente no toma mucha relevancia pero que siempre está ahí, aunque quizás no nos demos cuenta. Porque claro, todos cuando vemos una película o una serie doblada al castellano, vemos al actor original pero pocos se imaginan que detrás de la voz hay toda una industria, y un actor o actriz de doblaje, por supuesto.

Décadas hace desde que el locutor Antonio Carrizo interpretó a Geppetto, el personaje de Pinocho, en lo que fue el primer trabajo de doblaje en Argentina. Hoy ya son alrededor de 300 los actores y/o locutores de doblaje en nuestro país, en una disciplina que cada vez se va poniendo más de moda.

“Nos divertimos mucho haciendo este trabajo”, dijo Luciana Falcón, actriz de doblaje y actualmente profesora de la materia homónima en el ISER. “Es un trabajo individual y anónimo, porque nadie nos conoce pero nos escuchan todo el tiempo; por otro lado es un trabajo en equipo, porque lo hacemos en un estudio de grabación con un operador de sonido y, dependiendo de la delicadeza del material, con un director”.

Como comienza esta nota, a Falcón seguramente la habrán escuchado alguna vez y no se habrán dado cuenta. Porque además de poner la voz en diferentes trabajos de animación como Metegol (el Amadeo niño), o comerciales de Mamá Luchetti (que no son de doblaje sino de voces originales); en lo que respecta estrictamente a doblaje sí se la puede oír, por ejemplo, en la novela turca “Esposa Joven”, transmitida por Canal 13 (es Melek). También, para los aficionados de Netflix, la pueden escuchar en The Walking Dead, poniéndole la voz a Michonne; o bien, en Once Upon a Time, siendo la reina malvada Regina.

“Regina tiene esta particularidad de que en ella habita el bien y el mal, y va para atrás y para adelante en el tiempo”, comentó Falcón. “Entonces, como actriz, eso implicó un desafío, porque tenés que poder hamacarte en distintos estados; soy buena, soy mala y en las dos situaciones tengo que sonar convincente, hasta incluso cuando Regina se hace la buena y esto se tiene que notar también en la voz”.

Michonne y Regina
Regina, de Once Upon a Time, y Michonne, de The Walking Dead; para Netflix Argentina sus voces las hace Luciana Falcón.

Para entender un poco más todo este tema del doblaje, la profesora Falcón explicó que existen, básicamente, tres variantes.

Primero, el doblaje en el que permanece el inglés, el que se usa en los documentales, por ejemplo. “Tenés la posibilidad de escuchar superpuestos el inglés y arriba el español; eso se llama voice-over, es el doblaje en el cual conviven los dos idiomas y uno está por debajo del otro en términos de volumen”, señaló.

El segundo es el doblaje en el cual desaparece el idioma original, prevalece el español, pero no hay ningún tipo de atención en cuanto a la coincidencia del sonido y el movimiento de labios. “En ese caso se habla de que hay sincronía, porque el audio empieza y termina con el movimiento de boca del actor, pero no sucede nada de coincidencia en el medio”, indicó una de las profesoras de doblaje del ISER.

Y por último, el lip-sync. Es decir, lo mismo que el anterior, pero con el valor agregado de que existe esa famosa coincidencia entre el movimiento de labios (del actor hablando en inglés, por ejemplo) y las palabras que se oyen en español.

“Es el doblaje más cuidado, el que lleva más trabajo hacer y para el que se necesita más adaptación de guión y demás”, explicó Falcón. “Es muy difícil y no todo el mundo lo sabe hacer, pero es el mejor doblaje”.

Esta técnica, tiene además que incorporar (más allá de la sincronía labial) la interpretación del actor de doblaje, es decir, que se transmitan también los tonos y el estado del personaje.

“El mejor doblaje es el que no te distrae”, concluyó. “Parte de lo que hace que el doblaje no te distraiga es que la interpretación sea correcta, y otra es que haya justamente una coincidencia labial”.

Ahora ya sabemos que cuando estemos mirando una película doblada al castellano y la boca se mueve diferente a las palabras que escuchamos (algo por demás chocante) es que, claramente, algo falló. Y, obviamente, saber reconocer cuando todo este proceso sale bien.

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